viernes, 25 de mayo de 2007

Cuarto ejercicio de interpretación - homenaje


Lea el siguiente testimonio del escritor italiano Antonio Tabucchi sobre Jorge Luis Borges:

Y quizás no existió
(fragmento)



Hace un tiempo, una revista francesa publicó una insólita noticia: que Jorge Luis Borges no existía.

Su figura, divulgada con ese nombre, habría sido solo el invento de un grupito de intelectuales argentinos (entre ellos, naturalmente Bioy Casares) que simplemente habían publicado una obra colectiva detrás de la creación de un personaje ficticio. Y que la persona conocida como Borges, aquel viejo ciego con bastón y sonrisa árida, era un actor italiano de tercer orden (la revista mencionaba incluso el nombre, pero no lo recuerdo) contratado años antes para hacer una broma, y que había quedado cautivo dentro del personaje; resignándose, finalmente, a ser Borges "de verdad".

La noticia era tan borgeana que de por sí resultaba divertida; pese a que enseguida pensé que detrás de esa travesura no podía estar otro que el mismo Borges. Por lo demás, se trata de un discurso que se remonta a mucho tiempo atrás, cuando el "caso" Borges estalló en Europa. Quien lo hizo estallar fue, como es sabido, Roger Caillois, gran explorador de la literatura, quien finalmente había descubierto a un escritor exótico que, sin ser realmente exótico, podía proponer al lector francés algo muy distinto de los temas asfixiantes y provincianos en los que parecía haber caído por esos años la literatura francesa. El éxito decretado por Francia decretó inmediatamente el éxito europeo. Y Borges, con la ironía que siempre supo utilizar respecto de sí mismo, declaró ser "un invento de Caillois". El llamado boom de la literatura sudamericana hizo el resto.



1. ¿Por qué cree que al autor le interesa la idea de que Borges no existía?

2. Explique detalladamente las dos formas por las que se considera a Borges un personaje inventado.

3. ¿Por qué cree que Borges dijo ser "un invento de Caillois".